septiembre 11, 2024
Hacía mucho tiempo
que no escribía ninguna entrada bajo la etiqueta de "Archivos", diez
años me recuerda la pestaña. Y eso que desde que llevé
adelante el Módulo de Biblioteconomía, Archivistica y Documentación, suelo visitar los archivos de las ciudades que visito. Cada curso escolar
llevaba al alumnado del Módulo a realizar el recorrido por sus dependencias,
sabiendo que muchos de ellos elegirían luego el lugar para realizar las
prácticas. Este año ha sido la Asociación de Alumnos y Exalumnos
de la Universidad Permanente de la UA, la que me ha dado la ocasión de
volver. El objetivo era doble, conocer el Archivo Histórico Provincial,
y descubrir la exposición permanente que en estos momentos lleva el sugerente
título de "Memoria Robada".


Con esta visita la Asociación
inicia las actividades culturales que se llevarán a cabo durante todo el
"curso escolar". Arranca con un vídeo introductorio que se proyecta
en el Salón de Actos de la institución y que ya muestra que tiene unos años,
sobre todo por lo estridente de su banda sonora y porque algunos de los
personajes que en él aparecen ya no trabajan aquí. Estamos divididos en dos
grupos de treinta personas cada uno, que harán recorridos contrapuestos
acompañados del personal de la casa.

Como curiosidad se nos señala que
el color del suelo cambia del gris, zonas de acceso al público, al rojo, partes
reservadas a quienes aquí trabajan. Las etapas por las que pasa la
documentación que aquí llega son las siguientes: recepción, restauración en
caso de necesidad, clasificación y registro, y difusión, cuando sea solicitada
por los posibles usuarios. Dicha documentación es un término genérico, que
abarca documentos, protocolos notariales, revistas, monedas, correspondencia,
actas de votaciones, expedientes escolares como el de Carlos Arniches, que se
nos mostró... La procedencia es diversa: instituciones públicas, notarías,
herencias particulares, donaciones privadas... Todo ello se recepciona, caso de
considerarse de valor documental y se deposita en un espacio a la espera de que
se pueda empezar a trabajar con todo ello.
Pasamos luego al taller de
restauración. Yo he tenido más suerte en ocasiones anteriores, puesto que lo
pude visitar mientras los especialistas se dedicaban a su tarea, lo que
resultaba sorprendente en muchos casos. Ahora no hay personal y todos los
aparatos están dormidos. Hay piscinas donde se sumergía el papel para ser
limpiado con un agua filtrada, vimos las rejillas que sirven para el secado y
la prensa, los materiales para reponer folios carcomidos por los insectos o los ratones,
pinceles, brochas... Todo es manipulado por nuestro guía con extremo
cuidado.
Viene luego una tarea
delicada, la clasificación. A esa zona llegamos tras pasar por una sala
didáctica donde cuando son escolares quienes llegan, se les explica de manera
más cercana todo lo que hemos ido viendo. Dejo aquí un panel explicativo con
los diferentes soportes de la escritura a lo largo de la historia.

Hay catorce depósitos en el
Archivo donde ir colocando lo clasificado, lo que llega, en función de su
procedencia, localidad, fecha. Se guardan en unas carpetillas de cartulina, que
van conformando los diferentes legajos y que se guardan en cajas de cartón
fuerte que se ubican en los diferentes estantes. Se les asignan numeraciones
que se conocen como signaturas, que serán las que posibilitarán luego la
localización del documento en su lugar exacto, allá donde fue colocado. Esos
depósitos no reciben luz directa del sol para preservar los materiales, hay
poca luz y una humedad y una temperatura constantes, con mecanismos para
descargar agua nebulizada caso de un incendio. Los estantes, conocidos
como compactus, se desplazan sobre raíles sin esfuerzo alguno, para
permitir el paso al experto que desea localizar un documento en concreto. El
peso es considerable, por lo que la construcción del edificio
requiere de refuerzos especiales en sus cimientos.
La difusión llega
cuando el estudioso o un ciudadano de a pie, llega y solicita la consulta
de un documento concreto. Se les hace llegar a la sala de consulta, ahora
también vacía por falta de personal contratado para la labor. La Diputación y
la Conselleria no parece que dediquen suficiente presupuesto a una tarea que
para muchos puede ser vital caso de querer ejercer determinados derechos, como
la titularidad de propiedad de una casa o un terreno por ejemplo. La
institución está llevando a cabo un proceso de digitalización de los
documentos, que es naturalmente lento, pero que evita que aquellos pasen por
demasiadas manos para que no se deterioren.
Y ya en la planta baja se
presenta la exposición temporal, la que lleva como título "Memoria
Robada". Pronto nuestro guía nos explicará el porqué del título, aunque el
cartel anunciador a la entrada ya nos ha puesto sobre aviso, al ver al
personaje con el conocido uniforme de los campos de concentración.
Hay un mapa que nos informa de la
localización de los diferentes campos de concentración, ubicados en Polonia,
Bielorrusia, Alemania. Allí llegaban todos aquellos que el nazismo consideraba
podían suponer un peligro para la pureza de la raza aria: izquierdistas,
gitanos romaníes, judíos, homosexuales... Cada uno era señalado con un
distintivo de un color determinado.

Cuando llegaban al
campo se les desposeía de todo lo que llevaran, fuera o no de valor. Todo ello
fue a parar a los conocidos como Arolsen Archives, un centro
de persecución de la barbarie nazi, situado en Alemania, fuera en forma de
trabajos forzados, o de detención de personas que fueron desplazadas de sus
lugares de origen. Contiene cerca de 30 millones de documentos. A todo ello se
suma los objetos más personales de los prisioneros como relojes, cuchillas de
afeitar, plumas estilográficas, joyas, fotos.... Muchos de esos objetos han
podido ser recuperados por los familiares de los presos. Los españoles
encerrados en los campos llegaron a los 7500 en el de Mauthausen. Hay una foto
enorme y llamativa en la entrada que los retrata tras su liberación.
Para muchos de lo integrantes de
la visita que hemos realizado, el Archivo ha resultado una agradable e
interesante sorpresa. Tal vez con ella se vuelvan a acercar a visitarlo con
motivo de próximas exposiciones temporales.